Desde RIA Consultores venimos siguiendo mensualmente la evolución de la industria del bioetanol de maíz. Una de las principales variables es la relación entre el valor fijado para el corte obligatorio y el valor FAS Teórico del maíz. Como promedio de 2014, cada litro de bioetanol equivalía a casi 7 kilogramos de maíz. A partir de 2015, esta relación empezó a caer, primero a 6,6 en 2015, luego a 4,9 en 2017, para concluir en 3,7 en 2018 y 3,5 como promedio de lo que va del corriente año.

El punto es que los aumentos otorgados al valor del biocombustible no llegan a compensar, ni de cerca, los aumentos del maíz, un producto no solo atado a los vaivenes del mercado internacional, sino fundamentalmente al del dólar. Así, contra un incremento noviembre de 2019 vs noviembre de 2018 de 34% para el bioetanol de maíz, su materia prima aumentó 78% mientras que la divisa lo hizo en 64%.

Es más, para el mes de octubre la relación de precios fue de 3,2 y para el corriente mes de noviembre, y a pesar de un aumento de 8% respecto de octubre, la relación estaría cayendo ya por debajo de ese valor.

Las fuentes de RIA nos señalan que para una industria de gran escala, el límite es 2,5. Y si hoy continúan operando es porque los subproductos de la fabricación de bioetanol (DDGS, CO2 y aceite) “subsidian” al bioetanol.

Esta industria se encuentra atenazada por varios frentes. Por un lado la caída en el consumo de naftas, que reduce el volumen requerido para cortar al 12%. Por otra parte por el empecinamiento en no ampliar el corte del 12 al 15%, un valor que se considera absolutamente inocuo para el actual parque automotor.Finalmente por la misma decisión del PEN, a través de su área de energía, de otorgar nuevos cupos o ampliar existentes en un mercado que se contrae.

Un caso paradigmático de lo que está ocurriendo es ACABio, la planta que ACA y un grupo de cooperativas agrarias montó en Jesús María (Córdoba) y que hoy está produciendo 10% menos, debido a estos factores. Pero al mismo tiempo, lleva adelante una inversión millonaria para ampliar su capacidad de producción de los 160.000 metros cúbicos anuales a 260.000, ampliación que estará terminada en setiembre del año próximo.

“La decisión (de la ampliación) se tomó a partir de la hipótesis de que la Argentina irá a un corte E15 (15%). Días atrás participé en un congreso sobre bioetanol en los EEUU y si algo quedó en claro es que este nivel de corte no afecta en absoluto los motores del parque automotor existente. Por otra parte la Argentina está importando 400.000 metros cúbicos de naftas a un valor que, libre de impuestos, es superior a la que las petroleras pagan por el bioetanol”, explicó Víctor Accastello, responsable de ACA Bio.