Sin duda, Andrés Dominguez posee un alto perfil académico al haberse graduado como abogado en la UBA y como economista en San Andrés. Saltó al conocimiento público a posteriori del conflicto de la 12, enarbolando propuestas de políticas agrícolas, de la mano de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Así conformó un grupo de trabajo cuyas propuestas fueron parcialmente tomadas por el gobierno del Presidente Macri: adiós a los ROE’s, apertura del comercio exterior y eliminación de las retenciones.

Este último punto terminó siendo decepcionante para Domínguez a partir de que las retenciones no fueron completamente eliminadas (se las mantuvo para el complejo soja), para, a posteriori (setiembre de 2018) reinstalarlas indiscriminadamente.

Ahora Domínguez está de vuelta. Se lo sindica como el responsable de la elaboración del documento de 14 puntos que la Mesa de Enlace le está presentando a los candidatos a conducir los destinos del país a partir del 10 de diciembre.

Lo curioso es que la contratación de Domínguez habría sido realizada por la Federación Agraria Argentina que conduce el radical mendocino Carlos Achetoni. De neto corte liberal, el perfil del consultor se ubicaría, a priori, en las antípodas del histórico pensamiento federado. Pero la descafeinada conducción, posiblemente elegida para sintonizar con la gestión Cambiemos, buscó ser más papista que el Papa.

De hecho el documento no hace ninguna referencia explícita a segmentación impositiva a favor de los pequeños y medianos productores, una reivindicación de siembre de la entidad. Es más, en lo relativo a los derechos de exportación el documento propone cumplir con el cronograma del Decreto 793/2018, que las eliminaría en diciembre de 2020, quedando 18% para el complejo soja, pero sin ninguna referencia a diferenciación por escala agrícola mientras estén vigentes. Fuentes federadas sostienen que el punto fue planteado en la última reunión del Consejo Directivo recibiendo como toda respuesta un terminante “no es el momento ahora para hablar de retenciones”.

Pero no es único punto donde el documento mostraría inconsistencias puertas adentro de las entidades. Respecto a los derechos de exportación, y en línea con el pensamiento del ministro Etchevehere y su mano derecha Del Solar Dorrego, el documento propone que “debe evitarse que diferentes eslabones o sectores privados subsidien unos a otros, mediante transferencias generadas por los derechos de exportación diferenciados”. Este pasaje apunta claramente al diferencial de retenciones del que gozó la industria aceitera con el fin de compensar el proteccionismo de los países importadores y que fuera eliminado por el Presidente Macri, primero para el complejo soja (setiembre de 2018) y luego para el complejo girasol (julio de 2019).

Claramente este punto colisiona con los intereses de entidades que se integran verticalmente y que apuesta a la agregación de valor industrial a las materias primas del agro. “Es un sinsentido que tribute lo mismo la exportación de uva, de mosto o de vino”, señalan a modo de ejemplo.

Es más, este punto se da de bruces con el planteado por las Bolsas de Cereales la semana pasada, donde se expresa con total claridad que a mayor valor agregado industrial menos presión impositiva, en clara alusión a los derechos de exportación.

El punto sobre la Ley de Semillas también mete ruido puertas adentro de las organizaciones. El documento plantea “uso propio gratuito” para los pequeños y medianos productores. Recordemos que en el proyecto que está a punto de perecer en el Congreso de la Nación se planteaba solo excluir del pago (para reservar semilla) al agricultor familiar y/o hasta cierto monto de facturación (medido por escala de monotributo). Acá se extendería ese derecho o excepción (según como se mire) al difuso mundo del “mediano productor”. Nuevamente para aquellas organizaciones que también desarrollan genética vegetal o que potencialmente podrían hacerlo se trata de una contradicción importante. “No se entiende bien cómo se propone modernizar la ley vigente, pero al final ‘no tanto’. No está claro el punto”, señalan las fuentes.